Editorial: @becedario: Badajoz, 2008
ISBN: 10-84-96560-6.
Todo Viaje tiene un final y todo sueño un despertar.
Sinopsis
Sinopsis
El final del viaje es la historia de muchos viajes cruzados, físicos,
imaginarios y emocionales, que confluyen en el primero a un país extranjero que
realiza Elisa, una joven inteligente, imaginativa y provinciana cuya máxima
ambición es conocer el ancho mundo.
Sus expectativas comienzan a hacerse realidad cuando recibe
una beca Erasmus en Amberes, hacia donde parte cargada de ilusión. En esa
ciudad convive con otras estudiantes españolas y una serie de personas
atípicas, según su estándar, entre ellas una joven belga, un indio y un turco,
cuya amistad será la llave de entrada a un mundo que combina para ella fantasía
y realidad. Su apacible vida de estudiante se ve alterada cuando conoce a
Filip. Con él despierta de lo que, hasta entonces, había sido el sueño de
Amberes.
El paso de Elisa por la ciudad belga se convierte en un
peldaño decisivo en el proceso de maduración psicológica y sexual de la joven
ingenua y soñadora que inició un viaje en busca de aventuras y experiencias
exóticas y se encontró a sí misma.
El final del viaje es
una novela intimista que llega directa al corazón del lector.
Hace tiempo que leí “El final del viaje”. Sé que me gustó; pero como con el paso del tiempo se van diluyendo las sensaciones y las emociones, aunque el poso quede, he preferido dejar aquí lo que me provocó su lectura en aquel momento, rescatándolo de un e-mail que envié entonces:
ResponderEliminarEl viernes terminé de leer la novela "El final del viaje", aunque en algunos casos más que leer fue releer sucesivas veces. Desde la primera página supe que era una novela para saborear despacio, releyendo párrafos, paladeándolos para que se impregnara mi mente de su sabor, a veces dulce, a veces amargo, pero siempre provocador de sensaciones por la forma tan poética y llena de metáforas en que está escrita.
Para mí más que una novela de sentimientos es una novela de conflictos y superaciones, a la vez que un análisis social. Me explico: Elisa es educada para ser independiente económicamente, pero a la vez se la educa en la dependencia emocional que la sociedad y la familia trasmiten. Andrés la limita constantemente, no la deja ser ella misma (piensa que habla demasiado, viaja demasiado, que es débil y así se lo hace sentir); y Elisa modifica su comportamiento para ser como él quiere, porque subyace en la sociedad que el hombre tiene razón y la mujer se adapta, no cuestiona. Este conflicto se recoge a través de toda la novela pero de una forma magistral, ya que no es el narrador o la propia Elisa quienes califican a Andrés, sino, la descripción de su comportamiento ante distintas situaciones, o sus respuestas a las peticiones de Elisa. Lo magistral está en que es él mismo el que se muestra a los ojos del lector. Lo mismo sucede con el resto de los personajes, son ellos a través de los diálogos los que evidencian su forma de ser.
Por otro lado la actitud de Andrés ante el viaje de ella a Amberes no puede ser de negación directa, impensable en la sociedad actual si se quiere quedar bien y no como un retrógrado ante la familia y los amigos, además una negación abierta provocaría el rechazo de Elisa; por eso la negación es indirecta y demoledora, castigándola con desamor por ser buena en sus estudios y tener la posibilidad de mejorar sin depender de él ("unas manos que retiraban caricias y dejaban desafecto pegado a su piel". Aquí me pare y comencé a leer desde el principio de nuevo, llenándome de sensaciones).
Una vez fuera de España la necesidad de afecto sigue existiendo, pero la familia y los amigos, fuente de afecto, están la mayoría lejos; así que es lógico que surjan esos sentimientos hacia nuevas personas, en este caso de forma más libre, que culmina con Filip, entonces el deseo de vivir estalla, porque con Andrés sabe que muere un poco cada día, y ella quiere vivir, y está lejos, y le queda poco tiempo...
Tu novela me ha encantado porque desde el principio me he sentido dentro de la piel de los diferentes personajes, y les he sentido desde su propio pensamiento.
Un abrazo. Ana
¡Qué buena! Me ha parecido una historia tan cercana que tienen todo el aire de la autobiografía por la sensibilidad con la que está escrita. Pero es evidente que una escritora no tiene que vivir algo para poder escribirlo. ¿No es eso lo que llaman empatía? María Sanz empatiza, se mete en la piel de sus personajes y nos lo transmite a los lectores como si fuera ella misma, con la misma facilidad con que nosotros contamos una anécdota que nos ha pasado, pero con su maestría nos deja a años luz. Dicho esto, me encanta su forma me mezclar lo subjetivo y lo objetivo; yo veo a la autora más bien como una espectadora que analiza los comportamientos para intentar entender lo que mueve a cada uno, y luego lo lleva al papel, surgiendo así los entrañables personajes de la novela. No tiene desperdicio.
ResponderEliminarFelicitaciones!!!!
Son tantas las las sensaciones que he sentido al leer “El final del viaje” que me resulta difícil expresarlas con pocas palabras, pero quiero dejar constancia al menos de algunas. Creo sinceramente que es una novela maravillosa, que entretiene, que uno está deseando pasar una página para leer la siguiente, para ver ocurre en a continuación y así se lee de un tirón. Eso es lo malo: la leí en un fin de semana y sentí pena de que se me acabara. Es una novela muy amena y positiva, de encuentros felices, que no tiene sinsabores. Y sobre todo, para mí la autora ha creado una serie de personajes que saben vivir, que en su entorno hacen la vida fácil. Ya hace tiempo que la leí, pero es una novela que se recuerda con cariño. Y esto creo que es lo mejor que se puede decir de ella, y por lo que quiero recomendarla.
ResponderEliminarSon tantas las las sensaciones que he sentido al leer “El final del viaje” que me resulta difícil expresarlas con pocas palabras, pero quiero dejar constancia al menos de algunas. Creo sinceramente que es una novela maravillosa, que entretiene, que uno está deseando pasar una página para leer la siguiente, para ver ocurre en a continuación y así se lee de un tirón. Eso es lo malo: la leí en un fin de semana y sentí pena de que se me acabara. Es una novela muy amena y positiva, de encuentros felices, que no tiene sinsabores. Y sobre todo, para mí la autora ha creado una serie de personajes que saben vivir, que en su entorno hacen la vida fácil. Ya hace tiempo que la leí, pero es una novela que se recuerda con cariño. Y esto creo que es lo mejor que se puede decir de ella, y por lo que quiero recomendarla.
ResponderEliminarTOMÁS ORTEGA
Escrito con un lenguaje claro y conciso, con un conocimiento real de lugares y situaciones, entretenido y de lectura fácil, es un libro que recomiendo especialmente a estudiantes de Erasmus.
ResponderEliminardfhdhd
ResponderEliminarTras leer con avidez tu otra novela, El crimen del Campo grande, conseguí inmediatamente El final del viaje, y no esperé a llegar a casa. Me puse a leerlo sentado en el murete de un pequeño parque hasta que una impertinente nube comenzó a descargar y tuve que dejarlo en el segundo capítulo. Comencé a leerlo con avidez y fruición y hasta el final he seguido así. Saboreando sus líneas como quien paladea un bombón, por utilizar una de tus muchas interesante metáforas.
ResponderEliminarTocas muchos palos en tu libro, y todos con maestría: familia, juventud, relaciones, música, viajes, arte, teatro, etc. y hasta te permites acompasar el sexo a ritmo de liturgia y Biblia en mano. Eres genial. El mundo Erasmus nos hace recordar épocas y edades, aunque no vividas, sí soñadas.
-Quiero decir, Lola, que la vida no es un teatro en el que se actúa, y, si se hace, o sea, si pasamos la vida interpretando un papel aprendido de memoria, eso no es vivir, es actuar. La vida se vive y se renueva cada instante. Y no hay normas para ello.
Sabía perfectamente de lo que hablaba. Lola había elegido ser simple espectadora de la vida, no la protagonista, y ese papel lo interpretaba con tanta perfección como Amélie los suyos. ¿Por qué tenía tanto rechazo a vivir? Elisa vio claramente que Lola nunca se subía al tren de la vida; ella se quedaba en el andén o tomaba el que iba en dirección contraria; viajaba para conocer, no para vivir. Su tren la llevaba a nuevos escenarios, no a nuevas experiencias. Lola no había traspasado la otra dimensión.
Todo viaje tiene un final, y todo sueño, un despertar.
Qué bonito todo. Cómo enseñas y cómo se aprende. Sigue escribiendo, lo haces muy bien. Te leeré y recomendaré tus libros.
Encantado de haberte conocido. Como escritora y, por supuesto, como persona.
Espero tu próxima novela.
Anastasio Tomé Torres
Tras leer con avidez tu otra novela, El crimen del Campo grande, conseguí inmediatamente El final del viaje, y no esperé a llegar a casa. Me puse a leerlo sentado en el murete de un pequeño parque hasta que una impertinente nube comenzó a descargar y tuve que dejarlo en el segundo capítulo. Comencé a leerlo con avidez y fruición y hasta el final he seguido así. Saboreando sus líneas como quien paladea un bombón, por utilizar una de tus muchas interesante metáforas.
ResponderEliminarTocas muchos palos en tu libro, y todos con maestría: familia, juventud, relaciones, música, viajes, arte, teatro, etc. y hasta te permites acompasar el sexo a ritmo de liturgia y Biblia en mano. Eres genial. El mundo Erasmus nos hace recordar épocas y edades, aunque no vividas, sí soñadas.
-Quiero decir, Lola, que la vida no es un teatro en el que se actúa, y, si se hace, o sea, si pasamos la vida interpretando un papel aprendido de memoria, eso no es vivir, es actuar. La vida se vive y se renueva cada instante. Y no hay normas para ello.
Sabía perfectamente de lo que hablaba. Lola había elegido ser simple espectadora de la vida, no la protagonista, y ese papel lo interpretaba con tanta perfección como Amélie los suyos. ¿Por qué tenía tanto rechazo a vivir? Elisa vio claramente que Lola nunca se subía al tren de la vida; ella se quedaba en el andén o tomaba el que iba en dirección contraria; viajaba para conocer, no para vivir. Su tren la llevaba a nuevos escenarios, no a nuevas experiencias. Lola no había traspasado la otra dimensión.
Todo viaje tiene un final, y todo sueño, un despertar.
Qué bonito todo. Cómo enseñas y cómo se aprende. Sigue escribiendo, lo haces muy bien. Te leeré y recomendaré tus libros.
Encantado de haberte conocido. Como escritora y, por supuesto, como persona.
Espero tu próxima novela.
Anastasio Tomé Torres